Dos
palabras tan vanas, tan simples y a la vez tan difíciles.
Difíciles
de decir, difíciles de escuchar, difíciles de aprender, difíciles de asimilar.
Poderosas
si se dicen de verdad,
Peligrosas
si se juega con su significado,
Y duras
si se dicen en el momento equivocado.
Son
palabras que no se deben forzar, que deben brotar sin más, de lo más profundo
del corazón, como si este fuera un reino invernal en el que esas palabras
fueran la primavera, con las cuales las semillas del amor florecieran, hermosas,
puras y delicadas cual flores de cerezo.
El
amor, ese gran aliado y a la vez ese temible enemigo, pues quién puede presumir
de haber ganado siempre en su juego.
Ese
juego con reglas propias, ese juego en el que cada partida puede implicar la
gloria o la muerte, como la más temible ruleta rusa, donde las balas parecen
caricias y las palabras son el arma más peligrosa, cómplices de los actos que
el corazón dicta, enajenado por sentimientos encontrados, traicioneros e
incluso malvados.
Puede
ser amor fraternal, puede ser amistad, puede ser cualquier expresión de amor, y
sin embargo todas y cada una de ellas, guardan en su interior una red de
trampas y mentiras, una red pegajosa y a la vez espinosa, que se clava bajo la
piel y cuyas heridas supuran de la forma más dolorosa, algunas sin llegar a
cicatrizar nunca, dejando en nuestro corazón una colección de marcas a lo largo
de nuestra vida, que dependiendo de la persona, es más larga o más profunda. Lo
que si que es cierto es que todos tenemos una en especial, ese gran corte que
llega a partirnos el corazón por la mitad, que a pesar de recomponernos y
tratar de seguir, está presente en innumerables pensamientos.
Sí, el
amor, a pesar de no quererlo debemos vivir con él, a pesar de idolatrarlo, nos
puede llegar a odiar y despreciar. El amor no tiene escrúpulos, no tiene
conciencia ni razón. El amor es simplemente eso…amor.
Oscura
noche, manto silencioso, donde todos los pecados del ser humano de vuelven
reales para invadir la tierra.
Luna de
plata, fría y hermosa, testigo mudo de los actos carnales que mi corazón ansía,
confidente de mis pensamientos, anhelos y sentimientos.
Estrellas
brillantes, burlonas y expectantes, guardianas de los deseos incumplidos.
Todo en
la noche parece decirme lo mismo, todo a mi alrededor seguirá igual, nada será
distinto.
No
serán mis labios los que recojan los tuyos, no será tu sabor el que inunde mis
sentidos, no será tu cálida piel la que acaricie en la fría noche, ni será tu
cuerpo el que admire antes de dormir y contemple cada amanecer al despertar.
Porque
estás lejos, tan lejos como la más bella estrella, la cual palidece de envidia
ante tu hermosura, y daría lo que fuera por brillar del mismo modo que tus ojos
en la noche.
Mas
estas palabras morirán en mis labios, estas palabras nunca serán escuchadas,
estos sentimientos jamás serán expresados, pues soy consciente de que nada
cambiará, de que todo será igual, que mi amor morirá en silencio.
Lo escucho
de nuevo, se clavan en mí, me hacen sangrar, me dan ganas de gritar, y sin
embargo no puedo más que callar.
Son los
fragmentos de cristal de mi roto corazón.
Me
ahogo en ese mar de amargura y sangre que inunda mi ser, que me arrolla, me
asfixia y hace que mi interior se contraiga de dolor, escuchando una y otra vez
ese sonido que me taladra la mente y me hace temblar.
Mas
¿Qué puedo hacer? Nada.
¿Qué
puedo decir? Ni una palabra.
Solo
callar, reprimir mis emociones, mostrar la mejor sonrisa que pueda, dejar que
las cosas ocurran como tengan que ocurrir, pues sé que jamás ocurrirán como yo
deseo.
Pues
nadie nunca conocerá mis deseos.
Nadie
nunca conocerá mi verdadero yo.
Nadie
nunca sabrá los sentimientos que albergo en mi interior.
Solo me
queda esperar a mi viejo amigo el tiempo para tratar de curar mis heridas.
Solo me
resta repetir lo que siempre he de hacer, reconstruir mi coraza y seguir
avanzando.
Solo
puedo dejar que mis sentimientos mueran como siempre, esperando que no vuelvan
a resucitar.
Solo
siento que no puedo más, que si muriera en este momento…
Después de tanto tiempo, vuelvo de nuevo a actualizar.
Digamos que..han pasado demasiadas cosas como para explicarlas todas..unas mejores, otras desastrosas..sin embargo, de todo se saca algo..o eso dicen.
A lo largo de los días, mis sentimientos se pronuncian de la única forma que saben, inspirándome para escribir, así que aquí os dejo una pequeña recopilación a la que he llamado
No sabía
en realidad qué estaba haciendo. Pero su cuerpo se movía solo.
Sus piernas habían
reaccionado a ese leve estímulo que había sido su mirada, persiguiendo su
sonrisa. Reconocía la zona por la que andaba, aunque apenas la veía de refilón.
Era una concurrida zona de ocio, donde las tiendas, cafés y salas de concierto
se agolpaban una tras otra y, a pesar de la espesa lluvia, mucha gente paseaba
por sus calles, esperando encontrar entretenimiento.
Sin embargo ella solo perseguía una cosa,
aquella figura de pelo platinado que caminaba rápidamente, como escapando de
ella, pero lo suficientemente lento como para que pudiese seguirle.
Una pequeña
voz en su interior, su conciencia, resonaba en algún rincón, tratando de
persuadirla, de que parara y pensara, que aquello no era demasiado normal.
Pero esa voz era sofocada por los intensos
latidos de su corazón y el nerviosismo que recorría su cuerpo, preguntándose
una y otra vez quién sería aquel misterioso chico.
Solo
podía ver su ancha espalda enfundada enuna chaqueta negra de cuero, sus largas piernas cubiertas por unos
pantalones rotos y deshilachados y sus pesadas botas.
Pero lo que más llamaba la atención era su
pelo.
Era
largo, muy largo para ser el pelo de un chico, llegándole por debajo de los
hombros y de un color plata brillante, limpio, casi podría decirse que perlado,
que refulgía de vez en cuando bajo los potentes neones, como un espejo, como
una estrella…y era aquello lo que guiaba sus pasos.
Por un
momento, creyó perderle al cruzarse en su camino un grupo de colegialas en
uniforme que gritaban histéricamente mientras corrían hacia algún lugar en
particular, lo que hizo que se parara en medio de la avenida, mirando de un
lado a otro para encontrarle.
Y allí estaba, apoyado de espaldas de forma
relajada en la esquina de una bocacalle, con los brazos cruzados, mirándola con
aquella ladeada sonrisa en el rostro, como divirtiéndose por la situación,
esperando que siguiera aquel juego en el que él era el ratón y ella el gato.
O
quizás fuese totalmente al revés, pues ella se sentía atrapada como en una ratonera,
sonde su única salida era seguir su estela platinada. Cruzaron de nuevo sus
miradas y ella pudo observarle mejor. Era hermoso, demasiado hermoso, de rostro
fino y rasgos delicados, enmarcados por aquella melena pétrea que le daba un
aspecto etéreo e irreal.
Comenzaba
a preguntarse si en realidad no estaría siendo víctima de un delirio de su
turbada mente.
Pero el chico se limitó a guiñarle un ojo, de
forma pícara, invitándola a seguirle mientras se daba la vuelta para internarse
en la oscura calle que partía de la iluminada avenida, en dirección a algún
lugar.
No
necesitó más.
Se
encaminó hacia allí, pero sorprendentemente, no había más que una gran puerta y
un letrero luminoso con el nombre del lugar…
Era una
sala de conciertos.
Miró a
su alrededor, pero el chico parecía haberse esfumado.
Pero
solo podía estar en un sitio, así que con paso decidido, se internó en la sala.
Es
curioso como actúa el ser humano. Podemos pasar de la más absoluta adoración al
odio más profundo. Podemos pasar de reír a carcajadas a llorar como una
magdalena.
¿Y todo
gracias a quién?
A
Cupido, a ese criajo gordo en pañales que anda haciendo sufrir a diestro y
siniestro a cualquier persona que se le cruce. Todo gracias al amor señoras y
señores.
Porque,
analizándolo detenidamente ¿Qué podemos considerar amor?¿Qué es eso que
llamamos amor?
Según nuestra útil y universal “Wikipedia”:
“El amor es un concepto
universal relativo a la afinidad entre seres, definido de diversas formas según
las diferentes ideologías y puntos de vista (científico, filosófico, religioso,
artístico). Habitualmente, y fundamentalmente en Occidente, se interpreta como
un sentimiento relacionado con el afecto y el apego, y resultante y productor
de una serie de emociones, experiencias y actitudes. En el contexto filosófico, el
amor es una virtud que representa toda la bondad, compasión y afecto del ser
humano. También puede describirse como acciones dirigidas hacia otros y basadas
en la compasión,1 o bien como acciones
dirigidas hacia otros (o hacia uno mismo) y basadas en el afecto.”
Claro, esta es una definición muy general y muchos diréis
que técnica, otros diréis que el amor es algo indescriptible, indefinible,
incomparable etc. Pues bien, en mi sincera opinión, si no tienes suerte, el
amor solo sirve para hundirte en la miseria.
Seamos sinceros, el amor produce alrededor del… ¿qué? ¿80 %
de las canciones?
Y más del 50% tratan
sobre desamor (Decir que el 14% de las personas se inventan los porcentajes).
El amor produce el mayor número de depresiones, llantos,
desprecios, peleas, algún que otro suicidio.
¿Quién no ha sufrido por amor?¿Quién no ha deseado
arrancarse el corazón del pecho para no sentirlo?
Y en realidad es algo absurdo…Hay un fragmento de la serie “Queer
as Folk” que a pesar de sonar cruel, es muy cierta. Se la dice Brian al chaval
que va detrás de él, alegando ue está enamorado:
“Yo jamás he creído en
el amor. Creo en follar. Es honrado, es eficaz. Siempre follas con el máximo de
placer y el mínimo de mierdas. El amor es algo que los heteros suelen decirse
para poder follar; pero acaban haciéndose daño porque desde el principio se
basa en una mentira. Si eso es lo que quieres, será mejor que te busques a una
chica que sea mona… y te cases.”
¿Qué opináis? ¿Muy duro? ¿Muy real?
Yo opino que en parte
tiene razón, porque si nos enamoramos de alguien, es por un cúmulo de factores,
y entre ellos uno muy importante, es la atracción sexual. Puedes encontrar a la
mejor persona del mundo, a la que más se adapte a ti, con la que compartas más
cosas, que como no te ponga, nada de nada.
Y al revés, puedes encontrar a la persona más ruin del
planeta que mientras esté buenísima irás detrás como un perrito. Comportamiento
humano, qué vamos a hacerle.
Todos caemos alguna vez en ese cliché. El caso del amor no
correspondido.
Hay una frase de esta serie que también lo define bien
(dios, me están entrando ganas de volver a verla, pena que no tengo tiempo XD)
que en este caso dice Ted:
“Hay una parte de
nosotros que cree que no merecemos ser amados, así que nos enamoramos de
alguien que sabemos que no podemos tener y que nunca nos amará, y tenemos
fantasías sobre el día en que por fin se de cuenta y vea claramente lo que se
ha perdido, y nuestros sueños se conviertan en realidad. Pero ese día nunca
llega y antes de darte cuenta te plantas en los 40 y en los 50… y sigues
estando solo... no dejes que eso te pase a ti, ama a alguien de verdad, alguien
que te ame.”
“Alguien que te ame” Resulta difícil
encontrar esa persona hecha a medida para ti, desde luego, muchas veces
imposible, por lo que acabas completamente solo, rodeado de gatos, o con la
persona equivocada.
En
resumen y tras todo este montón de reflexiones y chorradas, decir que de todo
se aprende y yo he aprendido una lección muy valiosa.
En mi
opinión, el amor es un espejismo que infecta nuestro corazón y nuestra mente y
nos hace ver lo que queremos ver. El amor de los cuentos es una vil mentira
para proteger la inocencia de los niños, y cuanto más protegidos están, más
dura es la caída de mayores al toparse con la realidad. ¿Reflexión deprimente? ¿Dura
realidad?
Sinceramente,
me da igual. Solo sé que de momento, prefiero dejar los sentimientos apartados
a un lado, solo se consigue sufrir.
Disfrutaré
del tiempo con mis amigos, que son en realidad lo que más aprecio y los que
siempre están ahí para mí a pesar de lo pesada que me ponga o lo desesperante
que resulte a veces. A partir de hoy, todo cambiará.
Os pongo esta canción a la que me ha viciado la experta en K-POP Yumacha <3