miércoles, 2 de mayo de 2012

A


Te amo.
Dos palabras tan vanas, tan simples y a la vez tan difíciles.
Difíciles de decir, difíciles de escuchar, difíciles de aprender, difíciles de asimilar.
Poderosas si se dicen de verdad,
Peligrosas si se juega con su significado,
Y duras si se dicen en el momento equivocado.

Son palabras que no se deben forzar, que deben brotar sin más, de lo más profundo del corazón, como si este fuera un reino invernal en el que esas palabras fueran la primavera, con las cuales las semillas del amor florecieran, hermosas, puras y delicadas cual flores de cerezo.

El amor, ese gran aliado y a la vez ese temible enemigo, pues quién puede presumir de haber ganado siempre en su juego.
Ese juego con reglas propias, ese juego en el que cada partida puede implicar la gloria o la muerte, como la más temible ruleta rusa, donde las balas parecen caricias y las palabras son el arma más peligrosa, cómplices de los actos que el corazón dicta, enajenado por sentimientos encontrados, traicioneros e incluso malvados.

Puede ser amor fraternal, puede ser amistad, puede ser cualquier expresión de amor, y sin embargo todas y cada una de ellas, guardan en su interior una red de trampas y mentiras, una red pegajosa y a la vez espinosa, que se clava bajo la piel y cuyas heridas supuran de la forma más dolorosa, algunas sin llegar a cicatrizar nunca, dejando en nuestro corazón una colección de marcas a lo largo de nuestra vida, que dependiendo de la persona, es más larga o más profunda. Lo que si que es cierto es que todos tenemos una en especial, ese gran corte que llega a partirnos el corazón por la mitad, que a pesar de recomponernos y tratar de seguir, está presente en innumerables pensamientos.

Sí, el amor, a pesar de no quererlo debemos vivir con él, a pesar de idolatrarlo, nos puede llegar a odiar y despreciar. El amor no tiene escrúpulos, no tiene conciencia ni razón. El amor es simplemente eso…amor.

.M


Segundos, los que te miro.
Minutos, los que te observo.
Horas, en las que te pienso.
Días, que ansío pasar contigo.
Semanas, que deseo dormir a tu lado.
Meses, que anhelo besar tus labios.
Años, que pasarán sin conseguirlo.
Décadas, que te recordaré en silencio.
Eones, testigos de mis sentimientos.
Eternidad, lo que durará este amor por ti.

.O


Oscura noche, manto silencioso, donde todos los pecados del ser humano de vuelven reales para invadir la tierra.

Luna de plata, fría y hermosa, testigo mudo de los actos carnales que mi corazón ansía, confidente de mis pensamientos, anhelos y sentimientos.

Estrellas brillantes, burlonas y expectantes, guardianas de los deseos incumplidos.
Todo en la noche parece decirme lo mismo, todo a mi alrededor seguirá igual, nada será distinto.

No serán mis labios los que recojan los tuyos, no será tu sabor el que inunde mis sentidos, no será tu cálida piel la que acaricie en la fría noche, ni será tu cuerpo el que admire antes de dormir y contemple cada amanecer al despertar.

Porque estás lejos, tan lejos como la más bella estrella, la cual palidece de envidia ante tu hermosura, y daría lo que fuera por brillar del mismo modo que tus ojos en la noche.

Mas estas palabras morirán en mis labios, estas palabras nunca serán escuchadas, estos sentimientos jamás serán expresados, pues soy consciente de que nada cambiará, de que todo será igual, que mi amor morirá en silencio.

.R


Lo escucho de nuevo, se clavan en mí, me hacen sangrar, me dan ganas de gritar, y sin embargo no puedo más que callar.

Son los fragmentos de cristal de mi roto corazón.

Me ahogo en ese mar de amargura y sangre que inunda mi ser, que me arrolla, me asfixia y hace que mi interior se contraiga de dolor, escuchando una y otra vez ese sonido que me taladra la mente y me hace temblar.

Mas ¿Qué puedo hacer? Nada.

¿Qué puedo decir? Ni una palabra.

Solo callar, reprimir mis emociones, mostrar la mejor sonrisa que pueda, dejar que las cosas ocurran como tengan que ocurrir, pues sé que jamás ocurrirán como yo deseo.
Pues nadie nunca conocerá mis deseos.

Nadie nunca conocerá mi verdadero yo.

Nadie nunca sabrá los sentimientos que albergo en mi interior.

Solo me queda esperar a mi viejo amigo el tiempo para tratar de curar mis heridas.

Solo me resta repetir lo que siempre he de hacer, reconstruir mi coraza y seguir avanzando.

Solo puedo dejar que mis sentimientos mueran como siempre, esperando que no vuelvan a resucitar.

Solo siento que no puedo más, que si muriera en este momento…

Probablemente me daría igual.

~

Después de tanto tiempo, vuelvo de nuevo a actualizar.
Digamos que..han pasado demasiadas cosas como para explicarlas todas..unas mejores, otras desastrosas..sin embargo, de todo se saca algo..o eso dicen.
A lo largo de los días, mis sentimientos se pronuncian de la única forma que saben, inspirándome para escribir, así que aquí os dejo una pequeña recopilación a la que he llamado

A.M.O.R (Que obvio ¿no?)